Meriendas saludables

Hoy en día nos hemos acostumbrado a comer cualquier cosa para quitarnos el hambre. Ya sea por falta de tiempo o de ganas, esta costumbre no debería ser habitual, ya que, a la larga, podría ocasionar problemas de salud.Así pues, deberíamos aprender a prescindir de alimentos superfluos (como la comida rápida, la bollería industrial, los refrescos, las chucherías, etc.), ya que suelen ser alimentos altamente procesados que están cargados de calorías vacías, además de carecer, casi por completo, de valor nutricional y de estar repletos de aditivos alimentarios (colorantes, conservantes, estabilizantes, potenciadores de sabor, etc.).Un claro ejemplo lo vemos en los niños. La obesidad infantil se ha convertido en un auténtico problema en nuestra sociedad. De hecho, cada vez hay más niños con sobrepeso y son estos hábitos alimenticios, unido a la escasa actividad física, los que se deben corregir, ya que están directamente relacionados con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo II. Por desgracia, este problema no solo afecta a los niños, sino a toda la población: el número de personas obesas en Europa se ha triplicado en los últimos 20 años1.El patrón de consumo de alimentos en nuestra sociedad resulta, en muchas ocasiones, bastante preocupante. Por esta razón me gustaría presentaros algunas meriendas saludables para toda la familia que os ayudarán a estar sanos y bien alimentados.Algunos ejemplos:

  • Una pieza de fruta y un puñado de nueces.
  • Un bocadillo de pan con paté o embutido vegetal, tofu, seitán, tempeh, hummus, guacamole o tahini combinado con hortalizas como pimiento, tomate, espárragos, hojas de lechuga (o cualquier otra hoja verde) zanahoria rallada, aceitunas, germinados, etc.
  • También se puede hacer una versión dulce con una base de crema de cacahuetes, almendras, avellanas o tahini con fruta laminada encima como kiwi, plátano, fresas, etc.
  • Un bol de leche, un batido o un yogur acompañado de una fruta y de cereales con frutos secos (anacardos, nueces, avellanas, etc.), semillas de sésamo, pipas de calabaza, de girasol, germen de trigo, verde de trigo, etc.

Y para que estos ejemplos sean saludables, es preferible consumir:

  • Fruta ecológica para aprovechar la piel, ya que tiene un mayor contenido de vitaminas y minerales (todos los pesticidas, herbicidas y plaguicidas están en la piel de la fruta no ecológica).
  • El pan más recomendable es el que está hecho con harinas 100% integrales, ecológicas y con levadura de masa madre (evitar las harinas refinadas).
  • Cereales ecológicos sin azúcares añadidos.
  • Leche de origen vegetal (de soja, avena, arroz, almendras, etc.) con calcio, preferiblemente ecológica y sin azúcares añadidos.
  • Tanto las cremas de frutos secos como las mermeladas que estén elaboradas 100% con fruta, frutos secos o semillas, sin azúcares añadidos.

En definitiva, el truco está en fijarnos más en la calidad y menos en la cantidad del alimento. Deberíamos reeducarnos y adoptar buenas costumbres basadas en una alimentación sana y nutritiva que incluya algo de actividad física diaria y que evite todo tipo de sustancias tóxicas (alcohol, tabaco, etc.) para poder, de este modo, llevar una vida saludable.+ infoEsther BaenaBioEco Actual, sección Qué comerJulio 2015Patrocinado por El Granero Integral

Anterior
Anterior

La salud en la madurez

Siguiente
Siguiente

Posibles factores que intervienen en la caída del cabello