¿Sabes dónde NO se encuentra la B12?
Seguro que habréis leído que, con comer alguno de estos alimentos, ya es suficiente para no tener carencias de B12:
Verdura ecológica sin limpiar con tierra.
Productos fermentados (miso, tempeh, tamari, amasake, pan ácido y umeboshi).
Algas de mar (Nori, Wakame y Kombu), algas de lago (Espirulina y Chlorella).
Alfalfa, amaranto, aloe vera, frutos secos, shitake y un largo etcétera.
Todos estos alimentos, o bien contienen cantidades ínfimas (o ninguna) de vitamina B12 o contienen análogos de esta vitamina. Estos análogos no contienen la vitamina B12 activa, por lo tanto, no pueden realizar sus funciones. Es cierto que hay bacterias en el colon que producen vitamina B12, pero la absorción se realiza en el intestino delgado, quedando demasiado lejos para garantizar que se pueda absorber algo. Por lo que esta opción tampoco resulta viable.
Ten en cuenta que si tomas algas como la espirulina o la chlorella se recomienda análisis periódicos de homocisteína, ya que su consumo puede falsear la analítica de B12.
En definitiva, lo más fiable tanto para las personas veganas, vegetarianas así como flexivegetarianas es tomar un suplemento en forma de cianocobalamina de forma regular que asegure cubrir las necesidades diarias de la vitamina B12 siguiendo siempre las indicaciones de un profesional de la salud.