Sal yodada, del himalaya, salsa de soja o tamari, ¿cuál elegir?
Sin lugar a dudas: ¡SAL YODADA!
Permíteme explicarte las diferencias y mi punto de vista.
Salsa de soja
Es un condimento de origen asiático que se obtiene a partir de la fermentación de la soja, agua y sal y, que usa como agente de fermentación, el hongo aspergillus oryzae conocido como koji. Se hace con trigo, por lo que no es apta para personas celíacas.
Salsa tamari
También se obtiene de la fermentación de la soja, con la diferencia de que en el proceso no se añade trigo; por tanto, es una salsa que pueden tomar las personas celíacas, ya que no contiene gluten*.
*Algunas variedades contienen pequeñas cantidades de trigo.
En general, muchas personas veganas y vegetarianas...
Utilizan la salsa de soja y tamari para potenciar el sabor de sus platos, debido a su sabor umami, reemplazando así la sal yodada.
Es fundamental tener en cuenta que este tipo de salsas no se elaboran con sal yodada y, su consumo continuo, suele dar lugar a que se elimine la fuente más segura que tenemos para obtener yodo en la alimentación vegana y vegetariana: ¡la sal yodada!
Por lo que te recomiendo que uses este tipo de salsas ¡con moderación!
Sal del Himalaya
Es una sal de color rosado extraída de minas en Pakistán. Sobre este aspecto decir que no podemos hacernos una idea de las condiciones infrahumanas en las que trabajan las personas en esas minas...
Desde el punto de vista nutricional, poco que decir, aporta trazas de minerales como el calcio y el magnesio. Al no estar yodada: NO es una fuente segura ni fiable de yodo.
Si la sal prodecende del mar se enriquece con yodo, ¿qué cantidad de yodo puede aportar una sal obtenida de la montaña?
Además, tiene un precio desorbitado.
Sal yodada
Es la sal de mesa común a la que se le ha añadido yodo, un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la tiroides, entre otras muchas funciones. Se recomienda su consumo para prevenir el bocio y otros trastornos por deficiencia de yodo.
En la mayor parte del mundo, la deficiencia de yodo es un problema de salud pública.
Aproximadamente 2.000 millones de personas ingieren una cantidad insuficiente de yodo. Por este motivo se empezó a añadir yodo a la sal, hecho que se puso en marcha en 40 países europeos, siendo obligatorio en 13 de ellos, según se cita en la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Desde mi punto de vista… ¡POR EL ÚNICO MOTIVO QUE HAY QUE TOMAR SAL ES POR EL YODO!
Y es que muchas personas afirman que...
«Toman sal del Himalaya porque han oído que es una fuente interesante de minerales y vitaminas» y yo me pregunto...
Si quieres obtener minerales y vitaminas... ¿no es mejor tomar una buena ensalada con lentejas y tofu aliñada con una deliciosa salsa de tahini y unas fresas de postre?
Otras personas afirman que...«si no añaden salsa de soja a su plato, no sabe a nada». Y yo me pregunto... ¿no es mejor dar sabor a tu plato usando especias y hierbas aromáticas que son fuente de fitoquímicos y antioxidantes superinteresantes para la salud?
Y está bien usar algún día salsa de soja o tamari para un plato especial como un sushi vegano, pero nunca a diario como sustituto de la sal yodada.
En definitiva...
De todas las opciones disponibles en el mercado: solo la sal yodada tiene yodo añadido, por tanto, la SAL YODADA es la fuente más segura y fiable para aportar yodo en nuestra alimentación.
¡NO TE LA JUEGUES!
El yodo es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, regula el metabolismo, la producción de energía y muchas otras funciones del cuerpo. Su deficiencia puede provocar fatiga, caída del pelo, piel seca, dificultades para concentrarte e incluso problemas más graves como el bocio o el hipotiroidismo.
Hay muy pocos los alimentos ricos en yodo y la cantidad de yodo que se encuentra en las verduras es insignificante.
Al eliminar la sal yodada de tus platos corres el riesgo de desarrollar una deficiencia en tu organismo, especialmente en dietas veganas, donde no se consumen peces.
Los únicos alimentos de origen vegetal con cantidades importantes de yodo son las algas.
Pero OJO, en general, todas las algas contienen demasiado yodo y es que tanto el exceso como el defecto de yodo alteran tu tiroides y con ello el sistema hormonal.
¡USA SAL YODADA! ¡Tu tiroides te lo agradecerá!