Algunos de los mitos más extendidos dentro de la alimentación vegana y vegetariana
A continuación queremos exponer algunos de los mitos más extendidos dentro de la alimentación que, en lugar de beneficiar a la persona, lo único que consiguen es confundirla más y que tenga ideas erróneas sobre su alimentación.
Algunos de los mitos más extendidos que observamos tanto en la alimentación vegana como en la vegetariana y flexivegetariana son:
Si eres vegetariano/a o flexivegetariano/a no hace falta que tomes vitamina B12, tomando algo de huevos y lácteos es suficiente.
No se necesita tomar B12 hasta que no se lleven varios años sin consumir productos de origen animal.
No es necesario tomar vitamina B12 hasta que te hagas una analítica.
Con comer verduras y frutas sin lavar obtenemos toda la B12 que necesitamos.
No hace falta que te preocupes por las proteínas, ¡están en todos los alimentos!
En una alimentación vegana es imposible obtener todas las proteínas que el cuerpo necesita.
Las proteínas de origen vegetal no tienen todos los aminoácidos esenciales.
Hay que incluir, aunque sea de manera esporádica, huevos y/o pescado para que no falten nutrientes.
Los bebés y los niños veganos corren el riesgo de estar desnutridos.
Todos obtenemos la vitamina D a través del sol, no hay que preocuparse de esta vitamina.
Durante el embarazo se tienen que comer productos de origen animal.
Con esta alimentación no se puede obtener todo el hierro necesario.
Es importante incluir superalimentos en la alimentación veggie.
Se debe evitar comer todos los alimentos procesados.
Hay que evitar comer soja y todos sus derivados o comerlos de forma muy puntual.
Comer soja provoca cáncer.
Comer soja feminiza los rasgos de los hombres.
¿Conoces algún mito más?